El nuevo museo del sur de México está siendo proyectado por FR-EE, la empresa de Fernando Romero. El museo está localizado en la Riviera Maya y reinterpreta la calidad espacial de las ruinas de esta región.
El concepto es basado en una secuencia de espacios cerrados con las condiciones ideales para albergar obras de arte, pero al mismo tiempo con amplias terrazas donde se puede disfrutar de impresionantes paisajes sobre la naturaleza alrededor y las ruinas Mayas. La forma del edificio fue proyectada para resistir a huracanes que son frecuentes en la región, pero también para honrar el patrimonio histórico de la Riviera Maya. El interior está compuesto por un núcleo central de cuadrados que soporta la circulación vertical y los sistemas mecánicos. Los diferentes pisos pueden considerarse más como terrazas que comunican entre sí visualmente, combinando el arte con el funcionamiento de la cafetería, áreas de mirador y el salón de relajación de la planta superior.
El monolito representa una forma contemporánea abstracta de la antigua construcción. El material utilizado en la construcción del museo es la piedra caliza por cuestiones de sostenibilidad ambiental y económica, pero también porque representa la identidad cultural local.
